viernes, 23 de febrero de 2018

Excursión Jaca

Hace un par de semanas realicé un viaje a Jaca con 10 compañeros y alumnos de 3 de la ESO del instituto. Al principio no estaba muy animado a ir ya que muchos compañeros de clase no podían y éramos un grupo pequeño pero al final me fui animando porque me hacía ilusión aprender a hacer snowboard.

El viaje me resultó muy ameno ya que íbamos todos juntos en la parte de atrás del bus y cada dos horas hacíamos una parada para tomar algo. Al llegar a Jaca nos dividimos en grupos de 4 para ir a las habitaciones del hotel. Después de dejar las maletas, fuimos a probarnos el material de snowboard para el día siguiente comenzar las rutina de esquiar.

Nos levantábamos a las 7 de la mañana para irnos aseando y cambiando de ropa y a las 7.45 bajar a desayunar a la cafetería del hotel. Después íbamos para el bus dirección a las pistas de esquí. Siempre estábamos riéndonos o haciendo bromas al que se dormía porque el viaje duraba 1 hora. Al llegar a la estación cogíamos nuestras tablas y casco y nos lo poníamos, el primer día no tenía ni idea y estuve cayendome todo el rato hasta que llegó al monitor.

El primer día fue de toma de contacto con la tabla y familiarizarnos con la pista, ya que nos dió un mapa donde salía el médico por si teníamos algún problema y las pistas clasificadas por colores de menos a más (verde, azul, rojo, negro y amarillo). Teníamos una hora de tiempo libre y después dos horas de clase, a las 2 íbamos a comer y después una última hora de clase. Al acabar volvíamos l hotel e íbamos a dar un paseo por el pueblo y a tomar algo. A las 9 teníamos que estar en el comedor del hotel para cenar todos juntos. Después de eso salíamos a divertirnos un poco por el pueblo, pero el primer día salimos hasta muy tarde y para levantarnos casi nos da algo.

A medida que pasaban los días íbamos pillando más práctica encima de la tabla e íbamos incrementando el nivel de dificultad de las pistas. El tercer día ya pillamos un telesilla y subimos a lo alto de la montaña lo cual fue de lo mejor del viaje. Eran unas pistas impresionantes y soplaba mucho el viento, al principio bajamos un poco "cagados" pero nos íbamos soltando poco a poco.





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